Durante mucho tiempo, he escuchado a la gente hablar sobre su sueño. Convertirse en su propio jefe y dejar de trabajar para alguien más, sin hacer algo para conseguirlo.
Dudo que se deba a falta de capacidades, pienso que… “toda la gente es capaz de hacer cualquier cosa. Si hay algo que no pudieras hacer, lo único que necesitas es capacitación”
Para poder combatir y pelear por nuestros objetivos, nuestros sueños, debemos de conocer cuáles son los motivos por los cuales nos sentimos varados y posiblemente hasta un poco frustrados.
La principal razón por la cual es tan difícil emprender se compone de estos tres conceptos:
1- Indecisión. Comenta Alejando Suarez en su libro si se puede. La indecisión es la peor decisión. Y es que si lo piensas detenidamente, bien dice un proverbio judío “Cuando una persona no toma una decisión, ¡está tomando una decisión!” La indecisión es la falta de firmeza y seguridad y está se genera por él miedo, el cual se define como recelo o temor que tiene una persona a que le suceda lo contrario a lo que se espera. Temor de perder lo arriesgado.
2- Zona de confort. Es el lugar mental en donde nos sentimos cómodos, es posiblemente una de las razones principales por las cuales nos cuesta tanto emprender. Hay una vocecita en nuestro interior que dice el lunes empiezas, es muy cansado, aun no estás listo para emprender. Posiblemente una de las mejores maneras de salir de esta zona es identificar tus pensamientos y elegirlos sabiamente. Identifica, filtra y deshazte de los pensamientos que te limitan.
3- Perfeccionismo. Más que una virtud, podría ser una actitud que aunque suene a paradoja no siempre es perfecta, pues en muchas ocasiones y en contra de lo que se pueda pensar, conlleva muchos más inconvenientes que ventajas para nuestra salud física y mental.
“La excelencia es enemigo de lo bueno” cuantas veces no hacemos algo que pudiera ser bueno, quizá muy bueno y tan solo porque no es excelente como quisiéramos, simplemente no hacemos nada.
Comenta Jason Fried en el libro Reinicia. No uses excusas contigo mismo, “que tus sueños se hagan realidad es exclusivamente tu responsabilidad. Además el momento oportuno no llega nunca. Siempre serás demasiado joven, o viejo, o estarás demasiado ocupado o sin dinero o cualquier otra cosa. Si te aferras en buscar el momento justo para cada cosa, nunca llegara.