“Al final no importa si las cosas no salen como queremos. Porque vale más tener cicatriz por valiente que piel intacta por cobarde” Bruce Lee
Mi idea era poner un espacio con equipos básicos y empezar hacer ejercicio con mis amigos. Pensando que con la cooperación de mis amigos podría solventar el gasto de la renta. Nunca paso por mi mente que lograría tener un negocio lucrativo.
Gracias a la información que tenemos a la mano por medio del internet, pude buscar alternativas para arrancar mi proyecto. Encontré varias opciones y fui aprendiendo del tema de los gimnasios, cosas como: nombre de equipos, contratos de arrendamiento, costos y más cosas del rubro.
La gente me pregunta si tuve miedo e incertidumbre. La respuesta es sí, pero mi ímpetu y ganas de emprender de realizar mi proyecto me llevo a superarlos y seguir con mi propósito e ideales. Cada obstáculo es una nueva meta, una nueva batalla por cursar, pienso que con una buena actitud nos ayuda a sobrellevarlos o superarlos según sea el caso.
Contaba con poco capital, ninguna experiencia en el ramo de los negocios, nulos conocimientos en el ámbito deportivo. Solo muchas ganas de aprender y superarme.
Los comentario buenos y malos nunca se hicieron esperar. Siendo sincero la mayaría eran malas. Lograban hacerme pensar que estaba trabajando en un proyecto sin futuro. Pero jamás permití que esas palabras que veía como semillas hicieran raíz y se asentaran en mis pensamientos. Siempre fui firme de mi convicción y mis ideales.
Avanzando el proyecto y más en forma, las personas que me estiman fueron clave en su momento tanto emocional como económico.
No fue fácil recurrir a vender mis pertenecías más queridas, cada una con un fuerte valor intrínseco. Sin embargo compre el equipo de pesas, el siguiente paso fue conseguir el lugar. Se sumo a la renta del local, la pintura, la alfombra, los espejos, etc. Sin historial crediticio, se me dificultaba conseguir un préstamo o en su defecto un aval.
El apoyo de mi familia fue un punto vital para continuar con mi sueño.
Recuerdo la noche anterior a la inauguración, me fue imposible conciliar el sueño. 6:00 am día de la inauguración, número de clientes=0, no fue hasta las 10:30 am que llego mi primer cliente. Poco a poco fue incrementando mi cartera de clientes, logrando un negocio rentable!
Ahorre para un segundo gimnasio, el cual no fue tan prometedor como el primero, ya que tuve una serie de malas decisiones que me llevaron al fracaso. Pero esto me dio experiencia además de llevarme a buscar más conocimientos sobre los negocios y su funcionamiento.
Decidí no ser una víctima y ser dueño de mi propio destino.
Fue donde me anime a iniciar mi tercer gimnasio FACTORY CENTER!
“Mis sueños y su realización son exclusivamente mi responsabilidad.”
Mis conocimientos administrativos adquiridos, la experiencia y la ganancia del primer gimnasio me dieron la oportunidad de comprar el terreno y construir lo que hoy es FACTORY CENTER.
Siempre ha sido mi objetivo la calidad del servicio, cada uno de los usuarios son para mí como parte de un gran grupo de amigos.
Pienso que un punto clave en el crecimiento que he tendido es seguir mejorando tanto la infraestructura como la adquisición de nuevo equipo, logrando ser más competitivo.
FACTORY CENTER Actualmente cuenta con clases cardiovasculares, área de pesas, ambiente agradable donde la gente no solo viene a entrenar, también convive, se relaciona e interactúa logrando hacer nuevas y fuertes amistades.
Nuestra política es el capacitarnos constantemente para poder servir mejor a nuestros clientes.
Alguna gente piensa que FACTORY CENTER se realizo de la noche a la mañana, sin saber que es el resultado de un esfuerzo tenaz.
Aprovecho para agradecer el apoyo de mi familia y amigos.
También un agradecimiento especial al personal de POWER STEEL los cuales fueron asertivos en sus equipos y recomendaciones, me di cuenta que su finalidad no era vender, sino ayudarme a conseguir mis objetivos.
Si buscas el momento oportuno serás demasiado joven o demasiado viejo, demasiado ocupado, sin dinero o cualquier otra excusa. Si te empeñas en buscar el momento justo para cada cosa, simplemente nunca llegara.